viernes, 15 de agosto de 2008

IV

ESTE es el animal que no existe. Aunque ellos
no lo sabían y, como fuera, lo amaron
-su manera de andar, su carácter, su cuello,
hasta la luz que había en su mirar tranquilo

Es cierto, no existía. Pero porque lo amaban
se hizo un animal puro. Dejaron siempre espacio.
Y en el espacio claro y que quedaba libre
le fue facíl alzar la cabeza y apenas

necesitó exsistir. Nunca lo alimentaron
con grano, sólo con la posibilidad
de ser. Y ésta le dio tal fuerza al animal

que un cuerno le creció en plena frente. Un cuerno.
Se acercó a una doncella, rebosando blancura,
y existió en el espejo de plata el par que en ella.

Reiner Maria Rilke