Que a las Musas llame eros
que las musas Eros traiga
Teógrito
Entra en mi cuarto incendiandolo con su resplandor, con el brillo de su piel morena. La observo hipnotizado mientras termina de desnudarse completamente ante mis ojos, y se me va acercando, yo no digo nada, no sé que decir ante semejante aparición. Comienza a acariciar mi cuerpo con sus dedos . luego con todo su maravilloso cuerpo, somos fuego que reta la noche bebo de la ambrosia de sus labios, de la salvación de su cuerpo.
Le digo una y mil veces que la amo mientras no paro de acariciarla, pero igual como vino se me escapa de mis manos, desaparece ante mis desesperados dedos que me preguntan por ella.
Me levanto voy hacia el baño, me meto bajo la ducha a ver si el agua además de llevarse mi suciedad se lleva mi tristeza. Mientras estoy allí, una despanpanante rubia se introduce en la bañera y agrra mis manos para que le frote todo el cuerpo, su vientre, sus enormes senos, en los que también se pierden mis labios. Le pregunto ¿ quién eres ?, ¿ qué haces aqui ? pero ella me dice, calla y aprieta más su cuerpo contra mi cuerpo. No te vayas tú también, le digo. Pero se espuma como todas.
Salgo del baño, enciendo la television y me dejo caer en un sillon mientra mi TV rompe todo con sus gritos, con su odio, gritos que corren de un lado a otro roban todo, vacian gavetas.Pero por una de las ventanas, entra una pequeña y extraña ave que crece y se transforma en una mujer / pajaro que calma todo, que me dice, ven a mis brazos.
Me le acerco, me dejo envolver por sus enormes alas, por sus besos, por el dolor, felicidad, que causa sus garras, su pica. Ella devora mis entrañas una y mil veces pero, ya saciada, desaparece.
Salgo de mi casa y mientras camino por estas enfermas calles igual que yo, espero la aparición de mi próximo sueño, fantasma
Mientras la soledad, la inmortal, desde las alturas, obseva todo.
lunes, 7 de junio de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)