Si yo fuera capaz de entrar por fin
en esa pulgritud del aire inmóvil
que he llamado silencio en el poema;
si yo fuera capaz de nombrar árbol
como esta tarde el árbol se mostraba
a sí mismo en la quietud del parque;
si yo fuera capas de parecerme
al objeto real de mi escritura
( al agua misma cuando escrribo agua,
al vaso limpio cuando escribo vaso);
y si fuera pocible merecerte,
cosa que ultrajo tu mudez precisa
al hacerte sonar en mi palabra,
yo estaria en la luz de lo que digo.
Armando Rojas Guardia ( Venezuela,1949 )
domingo, 10 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
El poderoso verbo de Armando, ya sea en los poemas o en los ensayos. Es, como tu anterior post, palabras mayores. Salud.
¿Qué tal algo de Olga Orozco? hace mucho que no la leo y veo que la tienes entre tus preferencias. Es un abuso, lo sé.
el más alto deseo de un poeta
legítimo
amado
cerca muy cerca
b.
Publicar un comentario